Cómo la lactancia y la posición de la lengua influyen en la mordida de tu hijo

¿Sabías que la forma en que tu hijo se alimenta durante sus primeros meses puede marcar el desarrollo de su mordida definitiva?

En Espai Dental vemos cada vez más casos de niños con problemas de mordida que no se deben solo a la genética, sino a hábitos adquiridos desde el nacimiento. La lactancia materna, el uso del biberón y, sobre todo, la posición de la lengua son factores clave que influyen directamente en el crecimiento del paladar, el desarrollo de la mandíbula y la alineación dental.

En este artículo te explicamos cómo la alimentación y la función lingual afectan a la salud bucodental infantil, y por qué aunque lleven ortodoncia, la mordida puede volver a desajustarse si no se corrige la causa funcional.

¿Qué relación tiene la lactancia con el desarrollo de la boca?

La lactancia materna no solo alimenta: también estimula músculos y estructuras orales que intervienen en el crecimiento del paladar, mandíbula y colocación de la lengua.

Durante la lactancia:

  • El bebé sella bien los labios.
  • La lengua se sitúa en el paladar (posición correcta).
  • Se estimula el patrón de succión adecuado.
  • Se favorece la respiración nasal.

Esto contribuye al desarrollo armónico de la cara y reduce el riesgo de maloclusiones (mordida cruzada, abierta o sobremordida).

¿Y qué pasa con el biberón?

El biberón, si se introduce de forma temprana o se usa de manera prolongada, no activa los mismos músculos que la lactancia materna.

  • La lengua suele colocarse en una posición baja.
  • Se pierde fuerza y tono en labios y mejillas.
  • Puede favorecer la respiración bucal.
  • Se reduce el estímulo sobre el paladar.

Esto no significa que el biberón sea “malo” por sí mismo, pero sí que debe usarse de forma consciente, con una tetina adecuada y durante el tiempo necesario, evitando prolongarlo más allá de los 12-18 meses.

¿Por qué es tan importante la posición de la lengua?

La posición lingual en reposo (cuando no estamos comiendo ni hablando) debería ser con la lengua apoyada en el paladar, justo detrás de los dientes superiores.

Cuando esto no sucede, y la lengua se sitúa en el suelo de la boca o entre los dientes:

  • Puede alterar el crecimiento del paladar.
  • Descompensa el equilibrio muscular.
  • Favorece la aparición de maloclusiones.
  • Incluso puede hacer recaer una ortodoncia después del tratamiento.

¿Qué tipo de maloclusiones pueden derivar de una mala función lingual?

Mordida abierta anterior

Ocurre cuando la lengua empuja los dientes superiores hacia adelante al tragar o hablar, y no hay contacto entre los dientes frontales.

Mordida cruzada

Puede aparecer si el paladar no se desarrolla correctamente por la falta de presión lingual superior.

Prognatismo o retrognatismo

Alteraciones en la relación entre mandíbula y maxilar por desequilibrios musculares y posturales.

¿Qué soluciones existen si detectamos un problema de función lingual?

En Espai Dental, trabajamos desde una perspectiva multidisciplinar, combinando:

  • Diagnóstico funcional y estructural.
  • Revisión del historial de lactancia o biberón.
  • Ortodoncia interceptiva si es necesario.
  • Derivación a especialistas en terapia miofuncional (logopedas), para reeducar la posición de la lengua, el patrón de deglución y la respiración.

La ortodoncia, sin este enfoque, puede no funcionar a largo plazo. La lengua es un músculo potente, y si no está bien posicionada, puede alterar la mordida incluso después de llevar aparato.

¿Qué podemos hacer como padres para prevenirlo?

  • Fomentar la lactancia materna siempre que sea posible.
  • Elegir biberones y tetinas anatómicos si se utilizan.
  • Evitar el uso prolongado de chupete y biberón más allá del primer año.
  • Observar si el niño respira por la boca o ronca.
  • Consultar al dentista infantil a partir del primer año o si notas que los dientes no encajan bien.
  • Acudir a revisiones con ortodoncista especializado en desarrollo facial y funcional.

La salud dental infantil no depende solo de la genética o del cepillado.
La forma en que el niño succiona, respira y coloca la lengua desde bebé puede tener un impacto directo en su mordida futura y en la necesidad de ortodoncia.

En Espai Dental Dra. Tamarit, en Barcelona, analizamos cada caso desde su origen, ayudando a las familias a tomar decisiones informadas desde el principio. Porque la prevención empieza mucho antes de que salgan los dientes definitivos.

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